La historia de esta marca comenzó cuando en 1983 Bernd Moosmann se hizo cargo de la empresa Kohlert de Winnenden para fundar su empresa Kreul & Moosmann junto a otro socio comercial.
Desde 1987 Bernd Moosmann es el único accionista y director gerente de la compañía que opera bajo el nombre de “Bernd Moosmann – Meisterwerkstätte für Holzblasinstrumente GmbH” desde ese entonces.
La producción propia de la compañía se centra principalmente en fagotes y contrafagotes. Aunque desde 1992 también fabrican clarinetes con el sistema de digitación alemán en las afinaciones La y Sib.
En 1993 trasladan su ubicación desde su primer taller en el casco antiguo de Waiblingen, a un nuevo edificio en la zona industrial de Eisental, el cual ofrece modernas instalaciones para producción, oficinas y visitas abiertas al público.
La internacionalización de la empresa permite que la marca Moosmann y sus instrumentos estén presentes en los cinco continentes, siendo representada regularmente en ferias y congresos internacionales de instrumentos musicales.
Esta extraordinaria historia no se podría entender sin conocer la vida de su fundador, Bernd Moosmann, el cual nació en 1957 en Waiblingen donde desde pequeño recibió formación como fabricante de instrumentos de viento de madera por parte de su padre Albert. Con el paso de los años Bernd logró diversos reconocimientos, como el examen oficial de maestría y el premio nacional en el concurso de los jóvenes artesanos alemanes.
El compromiso de Moosmann con la calidad es innegable. En casi ningún otro oficio la tradición y la tecnología moderna entran en una relación más fructífera que en la fabricación de instrumentos. Y pocos talleres dominan esto como el de Bernd Moosmann, el cual combina estos dos aspectos de manera armoniosa y viva.
Por ejemplo, si el arce sicómoro curado se procesa de la manera tradicional y se equipa con un cayado revestido de titanio muy complicado, se crean fagotes cuyo sonido convence incluso a los fagotistas más exigentes.
Y es que la madera de arce con la que se fabrican los fagotes Moosmann procede exclusivamente de Bosnia. Ya que las condiciones climáticas de este país hacen que la madera haya crecido muy densamente. De manera que los anillos de crecimiento son muy estrechos, unas condiciones óptimas para crear un sonido de fagot cálido y sostenible que tanto aprecian los instrumentistas. Por eso los modelos 92/96/100 están hechos de arce sicómoro de Bosnia liso, mientras que para los modelos de fagot 150/200/222 se utiliza arce rizado flameado seleccionado con gran dedicación.
Este saber hacer se va transmitiendo de generación en generación, ya que Bernd Moosmann, que aprendió el oficio de su padre Albert, ha ido transmitiendo sus conocimientos y experiencia en la construcción de clarinetes y fagotes durante décadas a las personas que decidieron formarse bajo su tutela.
Muchos de estos aprendices recibieron premios en el concurso de interpretación de la artesanía juvenil alemana y tres fueron ganadores nacionales en la categoría de fabricación de instrumentos de viento de madera. Entre los alumnos de Bernd también se encuentra su hija Tanja, quién también completó su formación con él y trabaja como fabricante de instrumentos en el negocio familiar desde 2006.
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