En esta entrada daremos a conocer las principales situaciones con las que nos podemos encontrar a la hora de tratar con un trombón. A continuación enumeramos las principales causas de los percances que se suelen tener y añadimos una pequeña recomendación de cómo proceder en cada caso.
Si detectamos que el sonido del trombón no se produce de una forma clara es aconsejable revisar si se ha acumulado mucha suciedad dentro del tubo. Otras causas de un sonido poco satisfactorio pueden ser desde una abolladura grande en el tubo y que a causa de esto se escape aire por alguna junta del tubo, que la boquilla esté floja y se escape el aire por la boquilla, o bien que los agujeros del cilindro transpositor y la envoltura del cilindro no estén alineados. En estos casos se recomienda ponerse en contacto con un servicio técnico que pueda reparar el trombón.
En el caso de problemas con la vara, si esta no se mueve con suavidad es imprescindible revisar si se ha acumulado suciedad entre las varas interior y exterior. Si sucede esto, es urgente proceder a la limpieza del interior de la vara. Por contra, si se detecta que la bomba está doblada o que existe una abolladura en la vara, se recomienda no tocar nunca el instrumento con una vara dañada y recurrir al servicio técnico.
Cuando la bomba de afinación está atascada y no puede extraerse, o bien la bomba no se mueva de manera fina, el primer factor a tener en cuenta es la suciedad acumulada entre la bomba y el tubo. Para solucionar esto toca limpiar toda la suciedad y aplicar un poco de lubricante sobre la bomba que corresponda.
Ante un problema con el cilindro transpositor seguramente sea a causa de que la palanca está en contacto con los tubos. Si esto ocurre lo recomendable es revisar y volver a colocar el cordal y ajustar la posición de la palanca. Al igual que si los tornillos están flojos lo primero es asegurarse de que estos estén bien apretados. En el caso de los tornillos del transpositor, si están demasiados apretados y no puede sacarse es cuestión de revisar si existe corrosión en el tornillo o que un golpe en el instrumento ha dañado el tornillo.
En cuestiones de golpes una de las zonas que más suele sufrir es la de la embocadura. Cuando se obstruye y no puede extraerse la boquilla del trombón es necesario revisar si el instrumento se cayó o golpeó con la boquilla montada, se insertó con una fuerza excesiva la boquilla o se dejó mucho tiempo el instrumento con la boquilla puesta. En todos los casos es importante no utilizar la fuerza excesiva, para evitar males mayores.
Y es que a la hora de enfrentarse a cualquiera de estas situaciones lo mejor es siempre utilizar el sentido común y no aventurarse a realizar prácticas que puedan dañar el trombón. Lo más recomendable es siempre ejercer un correcto mantenimiento preventivo, con limpiezas periódicas que mantengan en buen estado el instrumento y sus mecanismos, evitando de esta manera males mayores.
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